Una cinta con once temas apócrifos de la banda de Liverpool habría sido, presuntamente, sustraída de otra dimensión

El 27 de septiembre de 2009 un hombre que escondía su identidad bajo el pseudónimo de James Richards subió a Internet un disco apócrifo de The Beatles que nunca había sido comercializado… al menos en esta dimensión.

Y no es un eufemismo. Richards dijo haber sustraído la cinta, titulada Everyday Chemistry de un universo paralelo en el que los cuatro de Liverpool seguían tocando juntos.

Su aventura se inició el 9 de septiembre de aquel mismo año, coincidiendo con el cuarenta aniversario de la separación de los Beatles. Según cuenta en su blog, Richards paseaba con su perro por un lugar situado al oeste de Turlock llamado del Puerto Canyon (California). Alrededor de las 14:00 h, detuvo el coche en el arcén para que su perro hiciera sus necesidades, pero al cabo de poco tiempo, el can empezó a ladrar y luego a perseguir a un conejo. Richards corrió tras ellos, con tan mala fortuna que tropezó, cayó al suelo y quedó inconsciente.

Según el testimonio de Richards tras quedar inconsciente en el desierto despertó en un universo paralelo 

Lo asombroso es que, “cuando me desperté, estaba en una habitación con algunos muebles y aparatos electrónicos”. ¿Cómo había ido a parar hasta ahí cuando se hallaba en el desierto?

Cuando despertó, Richards tenía un vendaje en la cabeza que le había hecho un hombre extravagante que dijo llamarse Jonás. Era alto, de cabello negro y aseguró proceder de una dimensión paralela de la Tierra. De hecho, dijo haberle recogido inconsciente a sólo unos metros de su casa.

Eso era posible gracias a una máquina llamada Parallel Travel que se podía adquirir con bastante facilidad si disponías de dinero suficiente en esa dimensión. Según Jonás, había sido desarrollada por el Gobierno de los Estados Unidos en la década de los cincuenta de su dimensión dentro de un programa llamado ARP-D, las dos últimas siglas significaban Dimensiones Paralelas.

Richards sustrajo supuestamente un álbum apócrifo de The Beatles de otra dimensión paralela en la que todavía tocaban juntos

Tras una larga conversación sobre viajes interdimensionales que te ahorraré, Jonás le contó que su hermano acababa de volver de un concierto de The Beatles. En efecto, en ese universo fringe, The Beatles todavía estaban juntos y le mostró una estantería con algunos discos, como Sgt. Peppers, aunque con la portada algo diferente. También vio una pila de cassettes con títulos totalmente desconocidos. En un descuido se hizo con uno de ellos titulado Everyday Chemistry que se traería de vuelta a nuestro mundo.

Las once pistas del álbum que “nunca grabaron los Beatles en nuestro mundo” están disponibles en internet de forma gratuita. Las voces parecen, en efecto, las de John, Paul, George y Ringo, hasta las músicas guardan cierta relación con The Magical Mistery Tour pero, oficialmente, no existen.

Como muestra un botón: El tema Sick to Death (Enfermo hasta la muerte) que es, para muchos, el mejor del álbum.

A lo largo de todo estos años nadie ha podido dar con Richards. Imagino que eligió el anonimato por asuntos relacionados con los derechos de autor o, tal vez, para evitar represalias del legítimo propietario del precioso cassette que, a mi entender, no estaría en un universo paralelo aunque lo cierto es que nadie hasta la fecha ha reclamado la autoría de las canciones.

La explicación puede radicar en que se trate de un Mash up, es decir, una obra creada mediante la combinación de dos o más piezas musicales en una especie de collage. La cuestión es saber cómo el “ladrón dimensional” se hizo con los masters para poder llevar a cabo las mezclas. 

Los beatlesmaníacos notaron que el disco apócrifo contiene elementos diferentes de los diversos proyectos en solitario de los componentes de la banda

Al parecer, antes de que los Beatles se separaran, ya circulaban bootlegs, es decir material que nunca fue editado y que procedían de actuaciones en diversos programas, grabaciones de espectáculos en vivo, discos de prueba, copias de maquetas distribuidas de forma privada y cintas de sesión de estudio copiadas de forma ilegal. Primero comenzaron a circular en discos de vinilo y, desde finales de la década de 1980, en soporte digital. Y es que los beatlesmaníacos notaron que cada pista del disco apócrifo contiene varios elementos diferentes de los diversos proyectos en solitario de los componentes de la banda, mezclados con alguna instrumentación aparentemente original.

En la primera canción, Four Guys, sincroniza el riff de guitarra de I’m Moving On, uno de los temas de Yoko Ono para Double Fantasy, con elementos de Band on the Run, fragmentos de When We Was Fab, pinceladas de Vertical Man (en cuya grabación participaron Harrison y McCartney) e incluso algunos samplers de entrevistas y conciertos incluidos en Anthology. El resultado es este.

En un post publicado en el blog argentino El Factor 302.4, Daniel Riera, crítico de la revista Rolling Stones señala “En ese revoltijo sonoro que es Everyday Chemistry, podemos identificar sin dificultad fragmentos […] de la carrera solista que Lennon desarrolló en nuestra dimensión, como Isolation“.

Para el músico Alejandro Borgo, autor de Beatles. Lo que siempre y nunca escuchaste sobre ellos, de ser un disco de la famosa banda británica, “este disco marca, yo diría, una involución. Comparado con la última obra conocida grabada por The Beatles, Abbey Road, este disco representa una verdadera regresión a la nada”.

Ni la idea parece original. Nueve años antes de la extravagante experiencia de Richards, Stephen Baxter, un conocido escritor de ciencia ficción publicó en Interzone una historia titulada ‘The Twelfth Album’ donde describe una realidad alternativa en la que se descubre un LP perdido de los Beatles. ¿Casualidad?

Una pena porque si lo de Richards hubiera sido cierto, en un universo paralelo Mark Chapman no mató a John Lennon; George Harrison había sobrevivido al cáncer; Paul McCartney no tendría doble (es una de las conspiranoias más extendidas) y, por alguna razón bizarra, Yoko Ono sería el quinto Beatle.

Puedes escuchar las canciones completas aqui: